.
CIC, c. 1214. En tanto que lugar de culto divino, su origen se remonta a la asamblea de los primeros cristianos en los domicilios privados de sus miembros
(ecclesia domestica) y en los cenáculos para compartir la palabra, orar y celebrar los sacramentos, en especial la eucaristía. La finalidad original, primaria y fundamental de una iglesia es reunir a los cristianos congregados en nombre de Cristo para adorar a Dios en la divina liturgia. El elemento jurídico que la distingue de otros lugares destinados al culto divino es el libre acceso que a ella tienen todos los fieles para el culto divino público, mientras que los otros son lugares de culto semipúblico (oratorios,
CIC, c. 1223) o privado (
CIC, c. 1226).