Su origen está en el derecho romano, siendo el encargado de manumitir a los esclavos por encargo del testador. De aquí pasó a ser recogido por el derecho canónico, con el fin de que se ejecutaran adecuadamente las mandas piadosas incluidas en los testamentos. También se denominó
cabezalero o
cabecera en los territorios castellanos y aragoneses, en Cataluña
marmessor y en general también
fideicomisario, por ser depositario de la fe del que le encomienda la ejecución del testamento, o
testamentario, por aparecer nombrado expresamente en el testamento para este fin. «
Que quiere dezir testamentarios, e a que tiene pro e en que manera deuen ser fechos Cabeçaleros e testamentarios e mansesores commo quier que han nonbres departidos el ofiçio dellos vno es en latin llamanlo fidei commissarius porque en la fe e en la verdad destos onbres tales dexan e encomiendan los fazedores de los testamentos fecho de sus animas. E tiene grand pro a estos a tales quando fazen su ofiçio lealmente, ca se cunplen mas ayna por acuçia dellos las mandas que son puestas en los testamentos. E puedenlos estableçer para esto estando ellos presentes ante los fazedores de los testamentos e avnque lo no sean» (
P 6, 12, 1).
