Hist. Persona u oficial en sentido amplio, que ocupa el lugar de otro (lugar-tenens), que tiene el oficio por delegación.El inicio de los primeros cargos de este carácter está en las delegaciones condales catalanas, posiblemente en la figura del , delegado para funciones concretas, heredado del Estado visigodo, así como los , delegados del conde en todo o en parte de su territorio. A partir del siglo XIII empezaron a desarrollarse mecanismos de sustitución de las personas y sus funciones, tanto de la persona del rey durante su ausencia como de otros oficiales reales, fundamentalmente cuando eran nombrados para oficios que, aunque eran de tipo honorífico, suponían el ejercicio de una función, por lo que fue habitual que el cargo u oficio lo tuviera una persona de la nobleza pero lo ejerciera realmente un lugarteniente. Esto propició que se encontraran lugartenientes para la mayor parte de los oficios palatinos, para alcaldes (como de las cosas vedadas o de las sacas de las cosas vedadas, etc.) y en general para muchos de los oficios. Este mismo sistema se utilizó en los señoríos, por lo que el señor también solía dejar un lugarteniente en los lugares de su espacio señorial donde no estaba. En el marco de esta delegación de funciones, en el caso del rey, están las figuras del gobernador, procurador, vicario, virrey, etc.
