empleo para personas con discapacidad

Aunque el origen de la reserva de puestos de trabajo para personas con discapacidad, tanto en empresas públicas como privadas, está en la Ley 13/1982, de integración social de los minusválidos, su regulación actual se halla en el Texto Refundido de la Ley general de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/2013, que distingue entre el empleo ordinario, el protegido y el autónomo. El ordinario puede incluir servicios de empleo con apoyo, que son el conjunto de acciones de orientación y acompañamiento individualizado en el puesto de trabajo con el fin de facilitar la adaptación social y laboral de personas trabajadoras con discapacidad con especiales dificultades de inclusión laboral en empresas del mercado ordinario de trabajo en condiciones similares al resto de los trabajadores que desempeñan puestos equivalentes. El empleo protegido se desarrolla en centros especiales de empleo y en enclaves laborales. Y el empleo autónomo es el que permite el establecimiento y desarrollo de iniciativas económicas y profesionales por cuenta propia, o a través de entidades de la economía social.