Cuando la novación consiste en «
sustituirse un nuevo deudor en lugar del primitivo, puede hacerse sin consentimiento de este, pero no sin el consentimiento del acreedor»
(CC, art. 1205). 
Es necesario determinar si se trata «
de mera novación impropia o modificativa, en que permanece el vínculo, o de novación propia o extintiva, en la que se extinguen las obligaciones antiguas y se sustituyen por las nuevas» (
STS, 1.ª, 22-XI-2010, rec. de casación n.º 667/2007). «
Esta Sala ha manifestado que la novación supone siempre una renuncia de derechos (sentencias de 20 de marzo de 1947 y 5 de marzo de 1965) y de ahí que no se presume nunca existente, sino que ha de constar en forma expresa o por incompatibilidad entre ambas obligaciones, tanto si es extintiva como modificativa» (
STS, 1.ª, 29-XII-2003, rec. de casación 866/1998).