Estados Pontificios

El Condado de Venesino y Aviñón pertenecieron a los Estados Pontificios hasta que fueron confiscados por la Revolución francesa, durante el pontificado de Pío VI (1775-1799). La primera desaparición de los Estados Pontificios tuvo lugar con la invasión de Roma por Napoleón I. Desde 1798, con la declaración de la República Romana, hasta la restauración de los Estados Pontificios al término del Congreso de Viena de 1814, desaparecieron los Estados Pontificios. La segunda desaparición tuvo lugar en 1848, cuando como consecuencia de la rebelión de los Estados italianos contra Austria, se proclamó de nuevo la República Romana. Los Estados Pontificios volvieron a restaurarse en 1850, gracias a la ayuda militar de Napoleón III. La tercera y definitiva desaparición de los Estados Pontificios se produjo en 1870, al consumarse la unificación italiana y establecerse en Roma la capital.