Una presunción no admite prueba en contrario pues la impone el propio ordenamiento. Por ejemplo, el ordenamiento laboral «
proporciona a las mujeres en estado de gestación una ventaja procesal muy poderosa para la defensa de su puesto de trabajo, que es la presunción legal (art. 385.3 LEC ) del móvil discriminatorio» en caso de despido, de modo tal que sobre la base del conocimiento por el empresario de la situación de embarazo «
se sustenta el hecho presunto (irrebatible porque se trata de una presunción legal ) del móvil discriminatorio» (
STS, 4.ª, 24-VII-2007, rec. 2520/2006). En la legislación se suele utilizar la locución como contrapuesta a , para aludir, por ejemplo, a errores de hecho o de derecho, a fundamentos de hecho y de derecho, o a la prueba del cumplimiento de requisitos tanto desde el punto de vista de los hechos como del derecho. «
Deberá demostrarse que el acceso al mercado en cuestión es libre y » (
Directiva 2014/25/UE, art. 34.3).