Por ejemplo, a falta de instrucciones del mandante, el mandatario hará todo lo que, según la naturaleza del negocio, haría un buen padre de familia (
CC, art. 1719 ); el depositario de bienes secuestrados está obligado a cumplir respecto de ellos todas las obligaciones de un buen padre de familia (
CC, art. 1788); el acreedor debe cuidar de la cosa dada en prenda con la diligencia de un buen padre de familia (
CC, art. 1687); y el gestor oficioso debe desempeñar su encargo con toda la diligencia de un buen padre de familia (
CC, art. 1889). Es posible en ciertos casos eludir la responsabilidad si se prueba que se actuó como un «
buen padre de familia» (
CC, art. 1903). Y el juez puede reducir las obligaciones de juego en lo que excediere de los usos de un buen padre de familia (
CC, art. 1801).